Los adolescentes y preadolescentes de hoy nacen en una generación de teléfonos inteligentes. Incluso los padres están sucumbiendo a la pantalla promedio de 5 por 5, revisando constantemente sus notificaciones, revisando sus correos electrónicos y leyendo las últimas noticias. No hace falta decir que no es saludable y aquí hay algunas razones para darle un descanso.
#1. Serás mucho más feliz
Los estudios demuestran que no revisar tu teléfono (o simplemente apagarlo) te hace más feliz. No es el efecto inmediato de apagar el teléfono lo que hace esto, sino el hecho de que, a menudo, usamos nuestros teléfonos y las redes sociales para comparar nuestras vidas con las de los demás, distraernos con el trabajo y, en general, nos perdemos momentos cruciales en los que deberíamos estar. disfrutando de la vida.
#2. Estarás más saludable
Según Forbes, hemos pasado más tiempo mirando nuestros teléfonos que mirando la televisión en los últimos tiempos. Este cambio de una pantalla a otra nos recuerda uno de los mayores peligros de la distracción tecnológica evitando el ejercicio.
#3. Mantendrás tu vista por más tiempo
Mirar la pantalla durante demasiado tiempo causa problemas en los ojos ya en la adolescencia. Pasar demasiado tiempo en su teléfono provoca dolores de cabeza, mareos y dolor en los ojos y el cuello. Recuerde parpadear de vez en cuando, y quite los ojos de la pantalla y mire a lo lejos para reducir sus posibilidades de problemas más adelante.
#4. Serás más consciente de lo que sucede a tu alrededor.
Los teléfonos inteligentes nos mantienen conectados con el resto del mundo, pero también nos distraen de lo que está más cerca de nosotros en nuestras vidas. Siempre nos dijeron que la vida es corta, ¿no significa eso que deberías pasar más tiempo con tus amigos y familiares, en lugar de preocuparte por los extraños en Facebook o entusiasmarte con la vida de las celebridades remotas?
#5. Puede ayudarte a evitar un miedo ridículo.
El miedo a no estar en contacto con el móvil se llama nomofobia, y todos lo sufrimos o conocemos a alguien que lo padece. Esto tiene efectos secundarios, la dependencia emocional que muchos de nosotros tenemos hacia nuestros teléfonos bordea la confiabilidad peligrosa.
#6. Esquivarás vibraciones fantasmas locas
¿Conoces esa sensación que tienes cuando te hormiguea un poco la pierna y vas a revisar tu teléfono solo para descubrir que no pasó nada? Eso se llama vibración fantasma, y es tan omnipresente que está mentalmente arraigado en la mayoría de nosotros. Una investigadora universitaria descubrió que el 89% de sus estudiantes universitarios sufrían vibraciones fantasma.
#7. Mejorará tu postura.
Inclinar la cabeza hacia abajo para mirar el teléfono ejerce una enorme presión sobre la columna vertebral, inclinando 45 grados equivale a 49 libras de presión. Ver como pasamos de 2 a 4 horas de media en una posición así, caminando o sentados, poco a poco iban dañando nuestra columna vertebral. Tomar descansos, hacer ejercicio y sentarse derecho son formas de aliviar la presión y fortalecer la columna vertebral.
#8. dormirás mejor
La luz azul de los teléfonos inteligentes interfiere con el reloj biológico de su cuerpo, engañándolo para que piense que es una hora determinada del día y, por lo tanto, impide que los sensores de melatonina lo hagan sentir cansado (un poco como lo que hace el café). ¿El resultado? Noches inquietas y ganas de revisar tus correos electrónicos mucho después de la hora de acostarte.
#9. Dejarás de perder oportunidades
Las oportunidades en la vida están en todas partes, solo tienes que mantener los ojos abiertos. La oportunidad de hacer un nuevo amigo repentino, conocer a tu alma gemela o conseguir el mayor negocio de tu vida en el pub o en una cafetería desaparece cuando te cierras al mundo que te rodea todo el tiempo. ¿Quieres experimentar la vida? Mire hacia arriba y alrededor, y guarde su teléfono.
#10. Te ayudará a vivir más tiempo
Mala postura, comer distante, perder el sueño y comprometerse con los bastidores de ejercicio hasta una factura médica bastante mala que no le permitirá vivir una vida muy cómoda o larga en el futuro. Estar saludable no se trata solo de acumular décadas en su lápida, sino también de disfrutar esas décadas, y cualquier adicción se interpondrá en el camino, incluso cuando sea una adicción a su teléfono.